Hasta donde soy consciente me recuerdo con un lápiz en la mano deseando expresarme por este medio. Constantemente dibujaba; lo mío era casi enfermizo. el mejor regalo que recuerdo fue una preciosa caja de acuarelas que me regalo mi padre cuando estuve enferma para que me animara. Para mí la pintura ha sido y es una de las cosas más importantes de mi vida. En 1965, siendo todavía estudiante, cuando terminaban las clases, asistía al taller del pintor José Gutiérrez Valle donde pasé un período de casi ocho años, aprendiendo desde cómo mirar un objeto, cómo preparar un lienzo, hasta cómo dibujar un cuerpo. Trabajé todas las técnicas: el dibujo, la acuarela, el pastel, el óleo... De todos esos años de formación me siento muy orgullosa; de ser una pintora "de taller".
Vendía mis cuadros en galerías de no mucha importancia y también a particulares. Así pasé varios años durante los que me casé y tuve tres hijos. Y esto, sí me obligó a estar alejada del mundo de las galerías de arte, aunque no lo hizo de la pintura, ya que puedo decir, sin faltar a la verdad, que todos los días pintaba. En esa época hacía retratos.
Vendía mis cuadros en galerías de no mucha importancia y también a particulares. Así pasé varios años durante los que me casé y tuve tres hijos. Y esto, sí me obligó a estar alejada del mundo de las galerías de arte, aunque no lo hizo de la pintura, ya que puedo decir, sin faltar a la verdad, que todos los días pintaba. En esa época hacía retratos.En los años ochenta comencé, otra vez, mi carrera. Asistía al Círculo de Bellas Artes de Madrid donde pintaba y dibujaba con modelos del natural. También participé en varios cursos de arte actual y viajé a Roma, Venecia y París para conocer las técnicas de los maestros y profundizar en ellas.
